Cupcakes de pan de banano.

Esta es una receta que tenía muchas ganas de hacer, viene del recetario de mi amiga Hondureña Paty. Cuando probé su pan de banano la primera vez para un fin de año, me encantó y siempre le había mencionado que quería la receta. Hace unas semanas, nos vimos nuevamente con Paty y nos convidó con su delicioso postre.

He hecho unas pequeñas adaptaciones de la receta original, ya que Paty lo presente como una torta de pan de banano. Yo simplemente le añadí uno par de ingredientes más y lo transformé a cupcakes, pero la base de la receta prácticamente esta intacta.

Quiero contarles que los bananos usados provienen de cerca de mi tierra, nosotros no somos productores de banano ya que generalmente las grandes fincas de banano se encuentran en el lado del Atlántico y mi país sólo tiene costas en el Pacífico. But anyway, como dicen los gringos, vienen de la misma región. Aquí va la receta con bananos de Guatemala y Costa Rica.

Ingredientes (del recetario de Paty E.)

Margarina (125 g)
Azúcar (250 g)
Harina (300 g)

Pasas (60 g)
3 Huevos
Bananos hecho puré (unos 7 o más, grandes y muy maduros)
Jugo de limón ( pequeño )
1 o 2 cucharadita de vainilla
2 1/2 cucharadita de polvo para hornear
1 cucharadita de bicarbonato
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de canela en polvo.

Procedimiento:

1 Batir la margarina (a temperatura ambiente) y el azúcar, luego agregar los huevos.
2 Por separado hacer el puré de banano, agrega el jugo de limón y la vainilla.
3 Combina mezcla 2 con la mezcla 1 y batir muy bien.
4 Por ultimo agrega a los ingredientes secos la mezcla 3.

Prepara las cápsulas de cupcakes o moldes y reparte la mezcla en ellos. Hornea a 180º C por un espacio de 26 minutos o hasta que hagas la prueba del palillo y este salga limpio.

Aquí esta el resultado, deliciosos cupcakes de banano con frosting de queso mascarpone con azúcar glas y esencia de banano. 

Mmmm que ricos están.

Pollo a la libanesa.

Hoy nos vamos a oriente medio, específicamente a Líbano. No sé por qué pero uno de los países que siempre me interesó desde niña fue Líbano. Recuerdo que cuando estaba como en 3º grado de primaria, estuvimos estudiando sobre los continentes, países, capitales, banderas, etc. Una de las banderas que más me llamó la atención fue la de éste país. Creo que me gustaba mucho el arbolito que tiene su bandera, para mí en aquella época se me hizo bonito e interesante. Tiempo después, recuerdo que leí una de las novelas de Isabel Allende en donde mencionaba su vida en Beirut y me dio muchísima curiosidad la cultura y la forma de vida de los libaneses. Después, en mi primer viaje a París, mis queridos amigos Martha y Fabrizio muy cordialmente me invitaron a un restaurante libanés y debo de decir que desde ese momento me quedé enamorada de su gastronomía. Luego, he visitado dos veces más la Ciudad de las luces (París) y no dejo de pasarme por alguno de estos restaurantes. Tienen platillos con unos sabores exquisitos que hasta te transportan a oriente medio. Esa combinación de especies es increíble; la forma en que se combinan muchos ingredientes es sencillamente wowo.

Es por eso que hoy me decidí por una receta muy sabrosa que me encontré en el blog de Comida Árabe, Arabic Food; seguramente me seguiré pasando por allí para degustar sus diferentes propuestas gastronómicas.

He aquí los ingredientes (con ciertas adaptaciones de la receta original)

4  filetes de pechuga de pollo.

1 cebolla morada picada.

1 diente de ajo.

2 cucharadas de margarina.

1 cucharada de ralladura de naranja

2 naranjas

2 cucharadas de miel

½ cucharadita de canela en polvo.

½ cucharadita de jengibre en polvo.

Sal y pimienta al gusto.

 

Procedimiento:

En una cacerola grande ponemos la margarina y freímos la cebolla picada y el ajo triturado. Una vez que la cebolla este transparente agregamos los filetes de pollo y los freímos a fuego medio por 4 minutos cada lado. Luego, agrega la ralladura de naranja y el jugo (zumo) de las 2 naranjas. Deja que hierva, tapa la cacerola y baja el fuego por un espacio de 5 minutos. Añade la canela, jengibre, pimienta, sal y la miel, revuelve bien. Deja que se cocine sin tapadera por unos 10 minutos más.

Puedes acompañarlo con arroz, puré de patatas o si quieres seguir con el estilo de oriente medio, acompáñalo con cuscús como lo hice yo.

Buen provecho!

Smoothie de fresa, kiwi y banano.

Uno de mis clásicos smoothies, muy rico y con ingredientes que se pueden encontrar casi durante todo el año. Todas las frutas son ricas en propiedades pero creo que de estas tres a la que más respeto le tengo es al kiwi. El kiwi tiene más vitamina C que la propia naranja y es muy rico en fibra. Estos dos puntos los he comprobado tal cual y es por eso que todas las mañanas hay un kiwi en mi desayuno. Para todos aquellos que padecen estreñimiento, esta fruta es la solución (cada organismo es diferente, pero hablando en general le va muy bien a la mayoría de personas con este problema.)

Pues bueno, aquí va la receta del smoothie bfk (banano, fresa y kiwi).

Ingredientes:

1 banano.

1 kiwi

150 gramos de fresas.

2 cucharadas de miel.

1 vaso y medio de agua.

Procedimiento:

Ponemos todos los ingredientes en la licuadora y los licuamos. Se puede decorar con hojitas de menta e incluso podemos añadir a los ingredientes la menta para darle un toque muy fresco. Para una merienda este smoothie, cae super bien!

Dorada con especies al papillote.

Hoy tenemos pescadito rico en la mesa, mmmm con lo que me encanta. Pues este es un plato muy facilito, bajo en calorías (porque se hornea), sano y riquísimo. Debo de confesar que el pescado es una de mis debilidades, si así es. Disfruto mucho comiéndolo, aunque como lo que me paso hoy detesto limpiarlo, “wacala”.. Ayer cuando lo compré olvide decirle al chico de la tienda que me lo limpiara y que de paso le volara la cabeza (huy, que asesina me he visto ;)  jajajajja), no sé andaba medio en la luna que cometí el error garrafal de no pedir que me limpiaran el pescado. Pues bueno, por no andar la cabeza en su sitio hoy he pagado las consecuencias: limpiarlo yo. Que fastidio me he pegado limpiándolo, me encanta comerlo pero esta tareita, la detesto. Creo que por lo mismo, no podría ser médica cirujana, no aguantaría tanto, tanto, eso que ni quiero mencionar...

Pues bueno, volviendo al pescado, antes de seguir quiero hacer una breve explicación de lo que es el “papillote”. El papillote es una técnica culinaria que viene de Francia, que consiste en cocer los alimentos en su propio jugo envolviéndolos en papel de aluminio y poniéndolos al horno. De esta forma los alimentos conservan mejor su sabor y creo que hasta más sabrosos son. Si agregamos especies, verduras o hierbas, se puede notar la intensidad de su sabor y seguramente en el caso de las verduras conservan mejor las vitaminas que si las hervimos. A mí me parece no sólo fácil, sabroso sino también que al cocer al vapor los alimentos, no ganamos muchas calorías.

Vamos a meter manos al pescado entonces!

Ingredientes:

2 doradas frescas.

Jugo de un limón grande.

1 diente de ajo triturado.

½ cucharadita de cardamomo en polvo.

1 cucharadita de curry en polvo.

Sal, pimienta al gusto

Una vez limpias las doradas preparamos un molde para horno y papel de aluminio para envolverlo. En un recipiente mezclamos las especies y luego las agregamos a cada pescado. Igual hacemos con el ajo, le ponemos un poquito del diente de ajo triturado a cada pescado. Colocamos las doradas dentro del papel aluminio y las rociamos con jugo de limón. Tapamos el papillote y lo metemos al horno por 30 minutos a 150º C. 

Podemos acompañarlo con verduras cocidas, que también se pueden meter a cocer junto con el pescadito (en este caso, yo no lo hice así) o si prefieren un puré de patatas o arroz.

Lamento mucho no poner la foto final de cómo me quedó la doradita, mi cámara se quedó sin batería en el último momento. Prometo subir la foto uno de estos días cuando repita la receta.

Hasta muy luego.

Berenjena con atún en salsa de tomate

Ayer cociné un plato muy rápido, sencillo y nutritivo. Esta receta surgió en mis años de estudiante en Madrid. Una receta como ya dije rápida y sin complicaciones. Yo diría también que es una receta de última hora, ya que me puse a revisar en la despensa qué es lo que tenía y con lo que encontré aquella primera vez, me cociné las berenjenas y el atún. Obviamente que con el tiempo la receta ha tenido modificaciones, como por ejemplo, que ahora hago mi propia salsa de tomate.

He aquí los ingredientes

(para 4 porciones)

2 berenjenas medianas.

4 latas de atún.

4 tomates medianos.

1 cebolla roja.

1 chile rojo (pimiento rojo)

2 dientes de ajo

Comino en semillas.

2 tazas de consomé de verduras.

Aceite, sal y pimienta al gusto.

Nota: La salsa de tomate si no tienes tanto tiempo, puedes comprarla ya preparada. Puede ser una de las salsas de la marca Barillas, en la especialidad que más te guste. Yo la hago casera porque me gusta mucho como queda.

Procedimiento:

Corta los tomates en trozos y quítales las semillas. Corta también la cebolla en trozos medianos. Corta en julianas el chile rojo. Pela los dientes de ajo. En una bandeja para horno, pon todas las verduras mencionadas, junto con el comino y rocíalas con un poco de aceite de oliva. Deja que se cocinen por unos 30 minutos a 180º. 

Una vez pasado el tiempo, saca la bandeja  y deja que se enfríen las verduras. Luego pásalas por el procesador de alimentos o licuadora junto con el consomé de verduras hasta tener una pasta de tomate. Sazona con sal y pimienta. Bueno, ya tenemos la salsita de tomate, ahora vamos con las berenjenas. Cortamos las berenjenas en rodajas de medio centímetro de grosor. En un sartén, ponemos 2 cucharadas de aceite de oliva y una vez que éste caliente añadimos las rodajas de berenjena. Cocínalas a fuego lento hasta que éstas estén guisadas y blanditas. Una vez que ya están cocinadas las berenjenas, añadimos el atún y la pasta de tomate ya preparado (o en caso contrario agrega la salsa de tomate que hayas comprado). Deja que se cocine por unos 10 minutos. 

Puedes servirlo acompañado de puré de patatas o arroz.  Buen provecho!

Cupcakes de calabaza rellenos de chocolate blanco.

Día lluvioso y muy gris, algunas veces he dicho que estos días son un poco tristes, pero viéndolo bien, a veces necesitas de estos días para recogerte y disfrutar también desde casa. En estos dias, siempre pienso en  películas, en un buen arroz con leche, en una cobijita caliente o de un tazón de leche con cacao..mmmhhhh. Ya me dieron ganas de ir a preparar todo lo que he listado ;)

Ah, pero no me voy sin dejarles la receta de los cupcakes de calabaza. Uh, con la calabaza, también se pueden hacer muchísimos postres y platos. Es una hortaliza muy rica en carotenos, tiene mucha vitamina A, es pobre en calorías (eso me encanta) y se pueden elaborar alimentos salados como dulces con ella.

Siempre recuerdo la calabaza en miel que mi madre solía preparar para finales de octubre o noviembre. Qué rica que estaba esa calabaza, preparada con dulce de panela. Hay mamita como extraño ese riquísimo postre...

Bueno, bueno a otra cosa mariposa. Y los ingredientes son:

500gramos de calabaza asada y sin su cáscara.

150 gramos de azúcar.

60 ml de aceite vegetal o de girasol.

80 ml de leche.

275 gramos de harina para repostería.

60 gramos de nueces.

1 sobrecito de levadura química.

1 cucharadita de canela.

Chocolate blanco derretido para el relleno.

Frosting.

250 gramos de queso tipo philadelphia

80 gramos de azúcar glas

1 cucharadita de vainilla.

Procedimiento:

La calabaza la ponemos al horno partida en trozos y con la cáscara hacia abajo por lo menos por unos 45 minutos. Una vez asada, déjala que se enfríe, le quitas la cáscara y luego con un triturador de patatas, haces un puré de ella.

Tamiza la harina, la levadura química y la canela. Reserva.

Agrega a la calabaza en puré, el azúcar y el aceite de girasol. Mézclalos muy bien para que se combinen perfectamente.

Poco a poco id añadiendo la mezcla de ingredientes secos (sin añadir las nueces) a la mezcla de la calabaza. Bate bien para que todos se incorporen.

Agrega la leche poco a poco y por último las nueces. Luego prepara los moldes de cupcakes y mételos al horno por unos 30 minutos (depende de tu horno) o hasta que el palillo salga completamente limpio. 

Mientras se enfrían, derrite la barra de chocolate blanco y deja que repose.

Pasado el tiempo en el horno, sácalos y déjalos enfriar. Una vez fríos, haciendo uso de un descorazonador de manzanas, haz unos pequeños agujeros en el centro de cada cupcakes y rellénalos con el chocolate blanco derretido. Ahora, decóralos como más te guste. Yo he usado queso philadelphia y vainilla para los míos. Buen provecho ;)

CREMA DE ZANAHORIA Y JENGIBRE.

Creo que hay dos ingredientes que me están haciendo muchas cosquillas últimamente uno de ellos es el cardamomo y el otro el jengibre, me parece que le agregan un toque super especial a las comidas. Hoy me decante nuevamente por uno de ellos: el jengibre y he preparado una cremita de zanahoria muy diferente a la básica que siempre he preparado en casa. 

La zanahoria como sabrán, es una verdura con alto contenido de vitamina A y fibra, muy recomendable para los niños y adolescentes en periodo de crecimiento y para las futuras mamitas también. Además, es una verdura muy rica que podemos comerla en cualquier momento del día. Para aquellos que como yo, nos gusta andar picoteando entre comidas, la zanahoria es una gran aliada para no tomar tantas calorías.

He aquí los ingredientes que necesitaremos:

2 Zanahorias grandes o 3 medianas.

1 Patata.

1 Diente de ajo.

½ Cebolla morada.

½ cucharadita de jengibre en polvo.

½ Litro de consomé de verduras.

60 ml de crema liquida para cocinar.

2 cucharadas de aceite de oliva.

Un poco de agua.

Procedimiento:

Tritura el ajo (con el exprimidor de ajos)  y corta la cebolla en trocitos. Pela y corta la zanahoria y la patata, reservar. En un caso medio hondo, calentar el aceite y añadir la cebolla y el ajo. Una vez que ambos estén dorados, incorporar la zanahoria y la patata. Sofríelos por unos 5 minutos. Añade el consomé de verduras y deja cocer a fuego medio por unos 20 minutos o hasta que la zanahoria y la patata estén blandas. Una vez que la verdura este cocida y blanda,  pásala a una licuadora y añade la crema líquida. Licua todo y luego pásalo de nuevo al caso. Comprueba el sabor, si esta muy salado y espeso agrega un poco de agua.  Al primer hervor apaga el fuego y deja reposar unos 5 minutos. ¡ Luego, a comer! 

Sopa Tailandesa de frijoles blancos.

Que buen fin de semana hemos tenido, el otoño se aproxima más y más y lo puedo notar no sólo en el cambio de las temperaturas, si no también en la posición que tiene el sol. Esta época me hace recordar muchísimo mi país y algún día hace muchos años escribí, algo que se llamó “los otoños de mi vida”. Generalmente en esta época han pasado sucesos muy importantes en mi vida, muchos de ellos me han hecho girar unos 160º grados y por eso talvez, cada vez que el otoño se aproxima me dá mucha alegría.

Bueno, pero a lo que vine, ya parece que voy a escribir una novela con esa introducción, jaajjjaja. Hoy quise probar una de esas tantas recetas de la cocina Tailandesa que siempre me dejan sorprendida por su sencillez, pero sobre todo por ese exótico sabor asiático. Mmmm, muy fácil de hacer y riquísima me quedó (modestia a parte ;))

Qué necesitamos:

1 cebolla morada.

2 zanahorias.

2 dientes de ajo.

1 chile verde (pimiento verde)

60 gramos de semillas de marañon (Anacardos o cashews)

80 gramos de tomate en trocitos.

200 gramos de frijoles blancos (yo compré los de lata ya cocidos)

400 ml de leche de coco.

3 cucharaditas de curry

½ cucharadita de jengibre

½ cucharadita de comino (yo use semillas, porque no tenía en polvo)

Una pizca de pimienta roja o cayena (Opcional, nada más para darle un sabor picantito)

Aceite de oliva, sal y pimienta al gusto.

Procedimiento:

Pelamos y partimos en trocitos las zanahorias. Partimos en julianas el chile verde. Cortamos también la cebolla. Haciendo uso de un exprimidor de ajo, trituramos los dos dientes de ajo. Reservamos toda esta verdura, para tenerla lista.

En una cacerola onda, calentamos un poco de aceite de oliva. Una vez que ya esta caliente, incorporamos los ajos y la cebolla para que se doren sin quemarse, mucho ojo!.

Cuando la cebolla ya este transparente, añade las zanahorias y el chile verde. Sofríelos por unos 3 minutos. Pasados esos minutos, incorpora las semillas de marañon y sofríelas por unos 7 minutos. Agrega el tomate en trocitos y las especies, remueve bien para que se incorporen todos los sabores. Agrega la leche de coco y si esta muy espesa, añade medio vaso de agua. Al primer hervor, incorpora los frijoles blancos y debes de dejarlos cocer a fuego medio por unos 15 minutos. Prueba la sopa para verificar su sabor, añade más especies o sal si es necesario, bueno según tu gusto. Listo!

Ahora que el clima comienza a cambiar, una sopita como esta cae muy pero muy bien...

Hasta la próxima.

Smoothie de mango, naranja y cardamomo.

Este es un post que tenia que subir ayer pero me quedé viendo una peli con mi niño y se me hizo muy tarde o más bien me dio pereza abrir la computadora y subir el post ;)

Soy de tierras tropicales y por lo tanto una de las frutas que más añoro es el mango, en mi tierra tenemos múltiples tipos de mango: mango manzano, mango de invierno, mango verde, mango ciruela (jajajjaaj, qué es éste, es mango o es ciruela), etc. En fin muchas clases de riquísimos mangos. Aquí, dado la latitud en que nos encontramos es imposible tener esas variedades. En el supermercado encontramos los traídos de Brasil, que con suerte salen bien y no porque los mangos de Brasil sean malos, no digo eso, pero al cortarlos verdes y con todo el tiempo de transporte no se maduran bien y por ende a veces no salen bien. Pero bueno, tuve las ganas de mango smoothie y me atreví a comprar uno y qué creen, salió bien!! .

Ahora venía la idea de cómo hacerlo, bueno pues recordando el sabor de un smoothie que me tomé ya hace algún tiempo en un restaurante Indio, me acordé que en su momento le pregunté al mesero, qué exactamente llevaba el smoothie y él mencionó que era mango, un poco de jugo de naranja y especies...aha! Por allí vamos a ir me dije yo, de paso le pongo otras cositas y veamos qué pasa. Le pusé cardamomo, ya que tengo dos cajitas en casa, hay que usarlo.

Ingredientes:

Un mango más o menos maduro

2 tarrinas de yogurt (yo use con sabor a mango pero pueden usar yogurt natural)

1 cucharada de jugo de naranja (para que no se sienta tan fuerte)

1 cucharada de miel ( puede ser al gusto)

¼ cucharadita  de cardamomo.

½ Vaso de leche.

Procedimiento:

Poner todo en la licuadora y listo! Muy bueno y nutritivo con gran contenido de vitamina A, C, potasio, magnesio y fósforo. Nosotros a media mañana, tomamos un smoothie que nos sirve como merienda antes del almuerzo. Ojalá les guste!

Angry Birds, estante improvisado para cupcakes

En lugar de pastel para la fiesta, decidí que haría mis propios cupcakes. Fue una tarea larga hornear unos 50 cupcakes de tres diferentes sabores y frosting, pero valió la pena. Hice los cupcakes de cardamomo que preparé la otra vez y de la cual tienen la receta en una entrada anterior, con la diferencia que el relleno era de chocolate blanco. También hice unos de arándanos y otros de zanahoria y manzana. Tal como lo imaginé los cupcakes de cardamomo fueron un boom para los niños (eran los más dulces) y para los mayores, gustó mucho los de zanahoria y manzana.

No sabía dónde poner los famosos cupcakes, por lo que improvisé un stand para ellos. Compré en la tienda de repostería las bases para tortas (tres de diferentes tamaños) y luego haciendo uso de botes reciclados de leche de bebe, los forre y los pegué en las bases de torta con silicona. Ah, también imprimí algunas fotos de los angry birds en forma de viñetas y listo!

Mi estante improvisado esta aquí.

Angry Birds Juego de pelotas o "Bean bag toss game"

Este es otro juego que preparé para la fiesta de mis niños. Esta vez me auxilié del blog de Heidi en donde tomé la idea principal de esta manualidad. Yo no podía comprarme un antiguo cuadro para reutilizarlo, ya que aquí no hay mercadillos de fin de semana donde muy probablemente podría encontrar una baratija como la que Heidi encontró. Bueno, de dónde sacaba un rectángulo más o menos grande para hacer este juego, EUREKA! Recordé que en el sótano guardaba la caja en qué venía la televisión que compramos el año pasado!  Listo, lo tenía solucionado. El tamaño era perfecto y el espacio para las pelotas, fenomenal. Bien dicen que para algo sirven las cosas, no del todo puedes enviarlas a la basura.

Bueno, el siguiente paso fue pintar la caja. Tenía pintura blanca guardada, por lo que me puse manos a la “caja”. Mi esposito, muy amablemente colaboró en la manualidad y se ofreció a pintar la caja.  Bueno, faltaba últimamente decorarlo con los famosos personajes de angry birds. No quería pintar con acrílico u otra pintura la caja para hacer las caras de los personajes, porque me dije que la caja me podría servir para el mismo juego en el futuro pero con personajes diferentes. Por este motivo, decidí imprimir las fotos de los personajes y pegarlas sencillamente con cinta adhesiva. Hice cuatro agujeros a la caja y listo!

He aquí el resultado! Los niños disfrutaron mucho este juego y aunque no seguimos las reglas del juego porque los niños son muy pequeños para entender las reglas, todos la pasaron bomba tirando las pelotas en los agujeros. 

Juegos para la piñata

Les comenté anteriormente que había estado ocupada la semana pasada preparando la piñata de mis niños, pues le comparto uno de los juegos que estuve elaborando para eso.

En las ultimas semanas mi niño mayor ha estado entusiasmado con unos pajaros con caras super divertidas (aunque se ven todos bravos, jajaaj), los famosos “angry birds” por lo que el tema de la piñata fue ese. Guiada por las ideas de otras mamás que ya habían pasado por experiencias similares, me interné en la red a buscar ideas de juego que involucraran a los famosos pájaros, así fue como me encontré en el blog de instructables la idea de “ponerle el pico al pájaro”, lo cual sería la versión moderna de aquel juego que todos conocemos de “ponerle la cola al burro”. Compre el material necesario y me puse en la tarea de hacer un gran pájaro rojo para que los niños jugaren.

He aquí la idea y los pasos por si les interesa hacer algo parecido:

Materiales:

1 pliego de cartulina roja

½ pliego de cartulina amarilla

½ pliego de cartulina negra

pega

tijeras

regla

cartón (reciclado de alguna caja grande que tengan)

Plumón negro y lápiz.

Qué hacemos:

Cortamos el cartón de una caja reciclada que tengamos, yo hice una circunferencia de 64 centímetros. ¿Cómo hice la circunferencia? Bueno, al no tener un transportador, use el viejo método de amarrar un pequeño lazo a un lápiz mantenerlo firme sobre un punto y luego girar sobre ese eje. Así saque el círculo del cartón que me haría de base de fuerza para la cartulina. 

Luego dibujé ese mismo círculo en la cartulina roja, tomando en cuenta que el pájaro rojo tiene una especie de plumas en la parte de la cabeza, esas plumas las dibujé a pulso.

Luego vamos haciéndole las cejas al pájaro, con un ceño muy enojado, jajajaja.

Luego vamos con los ojos y por último tenemos el pico, que fue la parte donde me dió más en qué pensar. 

El pico como verán en el blog que usé de guía era más bien pequeño, por lo que me vi obligada a cambiar la idea. El pico lo partí en dos partes, con lo cual una parte quedaría en la cartulina y la otra sería la que el niño tendría como parte del juego.

Metodología todos la sabemos: le damos un pedazo de pico a cada niño, le vendamos sus ojos y luego vemos quién se acerca más a ponerle en su sitio el pico al pájaro.

Un juego sin duda alguna, infalible!  

No estaba muerta andaba de parranda...ajajjajaa

Si, así como decía la canción del programa de chespirito y Co. he andado de parranda, jajajajjaja. Toda la semana pasada no pude entrar porque estuve en la preparación de la piñata de mis hijos. Estuve inventado muchas cosas (metaforicamente hablando) y por eso no entré a reportarme. Pero bueno, aquí estoy! Y prometo contarles algunas de las ocurrencias de la semana.

El otoño, que linda época y esta a la puerta y con el otoño viene una hortaliza que me encanta y que dá mucho por hacer, saben cuál es??? mi queridisima y amadísma "calabaza", ayote o la tal "pumpkin" como le dicen los gringuitos.

Les dejo una receta de crema de calabaza que encontré en el antiguo recetario que mi mamá me regaló. Este recetario es la colección de muchas recetas que se hacían en la escuela de cocina de la iglesia Corazón de María de San Salvador(uhhhhhhhh esto fue como a mediados de los ´60s) en la cual mi madre tomó algunas clases. Hace dos años que estuve de visita en casa lo encontré y se lo pedí, así que poco a poco iré probando cada una y se las compartiré.

Veamos, qué necesitamos:

1/2 kilo de calabaza.
1 cebolla roja o morada.
3 tazas de consomé de verduras.
1 taza de crema para cocinar.
1 cucharada de miel.
Aceite de oliva
Sal, pimienta al gusto.

Preparación.

Pre caliente el horno a 180º, mientras tanto sacamos las semillas de la calabaza y la partimos en trozos.

Partimos en trocitos también la cebolla. 

En un recipiente apto para horno, ponemos la calabaza con la cascara para abajo y la cebolla. 

Rociamos con aceite de oliva la calabaza y la cebolla. Ah y también agregamos la sal y pimienta al gusto.

Luego lo dejamos en el horno por unos 45 a 60 minutos. Pasados estos minutos, sacamos y dejamos enfriar.

Una vez frio, colocamos toda la mezcla en la licuadora, junto con el consomé de verduras y la crema. Licuamos todo y luego lo pasamos a una olla donde dejaremos que hierva. Al primer hervor incorporar la cucharada de miel. Luego quitarlo del fuego y dejarlo reposar.

Listo y a disfrutar!

Verán que el sabor de la calabaza es diferente debido a su coción en el horno. La miel, le da un toque muy especial, mmmmmyumi, yumi.

Cupcake de cardamomo, chocolate blanco y relleno de arándanos.

Y aquí estamos de nuevo, feliz inicio de mes! Septiembre aquí vamos!!! Yu, hu, hu...

Saludos a usted que nos lee desde Rusia y Alemania! Y a todos aquellos que nos leen desde los rincones más lejanos de este lindo planeta! 

Que buen fin de semana he tenido, muy especial, ya que el sábado tuve celebración especial y lo hice en grande en uno de mis restaurantes favoritos. Qué comida, qué servicio, muy rico, muy rico...mmmm.

Pero no crean que estuve sin tocar mi horno, NO. Antes que nada me puse las pilitas y les preparé unos cupcakes con una combinación yumi,yumi! Que encantó a quién los probó. Del blog tan bonito de Cupcakeando tomé la idea de una excelente receta que la adapté a mis gustos y a lo que tenía en mi alacena.

Su sabor es muy exótico y tengo muchos recuerdos de infancia con el sabor de estos cupcakes. Cuando era niña, habian unos caramelos que me gustaban mucho que tenian el exquisito sabor del “cardamomo” y se llamaban así “dulces cardamomo”. Recuerdo que a papá le gustaban mucho también, por lo que siempre que yo podía me metía en su coche y revisaba la guantera para buscar uno que otro perdido, jajajajaa.

El cardamomo es una semilla con muchas propiedades, en las que destacan las que ayudan a la digestión e incluso en la industria farmacéutica es usado para preparar productos contra el mal aliento....interesante cierto. En la India es muy usado en sus comidas. Es una planta propia de selvas tropicales, siendo el mayor productor mundial, un país que me encanta y que he tenido la dicha de visitar muchas veces: Guatemala. Qué país, a parte del cardamomo, esta lleno de mucha belleza natural y cultural. Si hay algún chapin@ (oriundo de Guatemala)que nos lee por allí, un saludo con cariño, paisas!

Dónde conseguir esta semilla tan buena? Pues yo la compré en una tienda ecológica. En supermercados normalitos, dudo mucho que la encuentren, pero por si las “flies” talvez la encuentran allí.

He aquí la receta para que vayan preparando ingredientes:

200 gramos de harina para resposteria.
1/2 cucharadita de bicarbonato de sodio.
1 cucharadita de cardamomo en polvo.
100 gramos de mantequilla sin sal (que no es margarina, OJO)
100 gramos de azúcar
2 huevos L
90g de chocolate blanco o negro, según tu decidas.
1/2 taza de buttermilk o crema líquida agria.
1/2 cucharadita de vainilla
una pizca de sal.

Mermelada de arándanos.

Para el frosting

200 gramos de queso tipo philadelphia.

1 cucharadita de cardamomo.

Azúcar glas al gusto.

Colorante alimenticio verde (yo usé el verde Kelly de Wilton).

Grosellas para decorar.

Cómo lo hice?

Precalienta el horno a 180º. En baño maría o en el microondas derrite el chocolate y luego dejalo que se enfríe.

Mientras tanto, tamizamos la harina, bicarbonato de sodio, la sal y el cardamomo.   Luego batimos la mantequilla con el azúcar glas hasta que este cremosa y se vea más blanquita que amarilla. Cuando ya este cremosa, id añadiendo los huevos. Después de cada huevo bate bien. Agrega la vainilla, el chocolate derretido (que este a temperatura ambiente) y vuelve a batir bien. Id agregando poco a poco la mezcla de la harina junto con el buttermilk, id alternando entre los dos, terminando con la harina.

Una vez esta masa este bien incorporada, pasar a las cápsulas de cupcakes. Hornea tus cupcakes por unos 23-25 minutos (depende de tu horno) o hasta que el palillo de prueba salga limpio.

Una vez estén los cupcakes frios, con un “corer” o descorazonador de manzanas, haz un pequeño agujero en medio del cupcake. Saca una parte del bizcochito y corta la parte de arriba (la tapa)  para volver a tapar. Rellena el agujero con mermelada (puedes usar la que más te guste),yo use de arándanos y luego con el pedacito de bizcocho tapas el agujero.

Para el frosting, hazlo una vez que los cupcakes estén fríos. Bate el queso tipo philadelphia con el azúcar y la cucharadita de cardamomo, incorpóralos muy bien. Agrega un poco de colorante alimenticio y luego pásalo a la manga pastelera. Decora como más te guste!

 Hasta muy pronto!