Pensar en quesadilla de queso es para
algunos, pensar en una tortilla rellena de queso y otros ingredientes (la
típica quesadilla mexicana), pero para un@ salvadoreñ@ es pensar en un panecito
dulce hecho también de queso pero para ser devorado como postre, con cafecito,
chocolate caliente o lo que se les ocurra. La quesadilla de queso salvadoreña,
es parte de la idiosincrasia de mi pueblo, ha estado deleitándonos por años y mi abuela materna (que en paz
descanse) las hacía riquísimas. Mi madre siguiendo los pasos de mi abuela,
siempre mantuvo la tradición de hacerla en casa, aunque con el permiso de mi
madre, debo de decir que la quesadilla de la abuela es la mejor, no sé si
porque ella la horneaba en un horno de leña y por lo tanto tenía un
sabor especial o si en realidad incorporaba algún ingrediente que mi madre se
le pasó incluir; no lo sé, lo importante es que hoy las hice en casa y las he
llamado “salvimuffins” ¿por qué? Porque las he hecho en forma de muffins y lo
más importantes porque son salvadoreñas, de ahí lo de “salvi”, jajajajaj.
Hay muchas
versiones de esta receta, pero lo que siempre conserva es el queso. La que les
comparto es una versión muy sencillita y rápida de hacer. Justo, después de
hacer las quesadillas, he pensado en sustituir algunos ingredientes por otros
no muy comunes en la receta, pero más adelante haré el experimento. Como es
imposible conseguir por estas latitudes el famoso queso “duro blandito” (alguien se preguntará: ¿es duro o es blandito? Pues es una gran
contradicción en cuanto al nombre, jajajjaja. Yo aún no sé de dónde proviene
tal invención, pero en cuanto la averigüe, prometo comentarla. Bueno, pero
hablaba del queso, les decía que como no puedo comprar el queso apropiado para
las quesadillas, lo he sustituido por uno que se le parece mucho en su sabor:
el queso parmesano.
He aquí los
ingredientes para 12 salvimuffins.
150 gramos de
harina de arroz (puedes usar también harina de repostería o para hot cakes o
pancakes o una mezcla de ambas. Yo uso de arroz como lo hacía mi abuela).
175 gramos de
azúcar morena.
1 cucharadita de
levadura química.
150 gramos de
mantequilla derretida.
120 gramos de queso
parmesano rallado.
180 ml de leche (yo
he probado también sustituir la leche por yogurt natural).
3 huevos.
Pizca de sal.
Sésamo o ajonjolí.
Procedimiento:
Precalienta tu
horno a 180º C.
Bate los huevos, la
azúcar y la mantequilla derretida (que no este tan caliente).
En otro bol mezcla
la harina, la levadura química y la sal.
Incorpora la mezcla
de la harina a la mezcla de los huevos, bate hasta que todos los ingredientes
estén muy bien incorporados.
Añade el queso
parmesano y por último la leche.
Prepara un molde
para muffins, ponle un poco de mantequilla y harina para evitar que se te
peguen los muffins. Llena los moldecitos con la mezcla (procura no llenarlos
mucho porque se pueden desbordar cuando crezcan) y encima rocía un poco de
sésamo o ajonjolí.
Mételos al horno
por unos 25 minutos o hasta que estén doraditos.
Enjoy!
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